La liposucción es una de las cirugías estéticas más solicitadas para eliminar el exceso de grasa en áreas específicas del cuerpo, es una intervención que supone un antes y un después en tu vida y ayuda a reconciliarte con tu figura. Sin embargo, el éxito de este procedimiento no solo depende de la intervención quirúrgica en sí, sino también de los cuidados postoperatorios. Una vez finalizada la operación, antes de salir del quirófano, el cirujano coloca las prendas de compresión sobre las zonas tratadas con liposucción.

Uno de los elementos fundamentales en esta etapa es el uso de la faja postoperatoria. Pero ¿por qué es tan importante? ¿cuánto tiempo debes llevarla? ¿cómo elegir la adecuada? en este artículo, responderemos a estas y otras preguntas para que comprendas la importancia del uso de la faja después de la liposucción


¿Por qué es importante usar una faja tras la liposucción?

El uso de una faja postoperatoria después de una liposucción es esencial por varias razones:

  • Reducción de la inflamación: después de la cirugía, es común que se presente hinchazón en las áreas tratadas. La faja de compresión ayuda a minimizar esta inflamación al aplicar una presión uniforme, lo que facilita una recuperación más rápida.
  • Mejora en la cicatrización: al mantener los tejidos en su lugar, la faja favorece una cicatrización adecuada, evitando irregularidades en la piel y garantizando resultados más uniformes.
  • Prevención de acumulación de líquidos: la compresión adecuada evita la formación de seromas (acumulación de líquido) y hematomas, complicaciones comunes en el postoperatorio de la liposucción.
  • Soporte y adaptación de la piel: la faja postquirúrgica proporciona soporte a la piel y los tejidos, ayudando a que se adapten correctamente a la nueva forma del cuerpo tras la eliminación de grasa.


En resumen, utilizar la faja después de una liposucción es muy importante para garantizar una recuperación óptima y resultados satisfactorios.


¿Cuánto tiempo tengo que llevar la faja después de la liposucción?

El período recomendado para usar la faja postoperatoria puede variar según las indicaciones del cirujano y las características individuales de cada paciente.

Generalmente se aconseja:

  • Fase inicial (primeras 2-3 semanas): usar la faja las 24 horas del día, retirándola solo para la higiene personal.
  • Fase de mantenimiento (hasta completar 6-8 semanas): aquí debes continuar usando la faja, aunque, dependiendo de la evolución, es posible que el médico te permita estar períodos sin ella.


Es fundamental seguir las recomendaciones específicas de tu cirujano, ya que el tiempo de uso puede variar según la extensión de la liposucción y la respuesta individual al procedimiento.


Tipos de fajas postoperatorias

Existen diversos tipos de fajas postoperatorias, y la elección de la adecuada dependerá de la zona tratada y las necesidades específicas de cada paciente:

  • Faja de compresión total: cubre desde el torso hasta las caderas y, en algunos casos, hasta las rodillas. Es ideal para liposucciones que abarcan múltiples áreas, proporcionando una compresión uniforme.
  • Faja abdominal: diseñada específicamente para el área del abdomen, es comúnmente utilizada después de una liposucción abdominal o abdominoplastia.
  • Faja para muslos o brazos: estas fajas están diseñadas para procedimientos que involucran las extremidades, ofreciendo compresión en áreas específicas como muslos o brazos.


Al elegir una faja post-liposucción debes considerar aspectos importantes como el material de la faja, opta por tejidos transpirables y elásticos que ofrezcan comodidad y permitan la circulación del aire.

Y lo más importante, la faja postoperatoria debe tener la talla adecuada, una faja demasiado ajustada puede comprometer la circulación, mientras que una demasiado holgada no proporcionará la compresión necesaria. Es esencial probarla y asegurarse de que se ajuste correctamente.

El diseño y la funcionalidad también son muy importantes, algunas fajas cuentan con cierres frontales o laterales que facilitan su colocación y ajuste. Además, considera si necesitas una apertura en la entrepierna para mayor comodidad.

Recuerda que la calidad de la faja postoperatoria influye directamente en tu recuperación y en los resultados finales de la cirugía.


¿Cómo ponerse una faja postoperatoria y qué cuidados hay que tener?

La correcta colocación y mantenimiento de la faja postquirúrgica son fundamentales para maximizar sus beneficios:

  • Colocación: es recomendable ponerse la faja en una posición cómoda, preferiblemente de pie, y asegurarse de que no queden pliegues que puedan causar molestias o marcas en la piel. Si es posible, pide ayuda para ajustarla correctamente.
  • Cuidados de la piel: antes de colocar la faja, asegúrate de que tu piel esté limpia y seca. Evita el uso de cremas o lociones que puedan irritar la piel bajo la faja.
  • Higiene de la faja: lava la faja según las instrucciones del fabricante, generalmente a mano y con detergentes suaves. Es aconsejable tener al menos dos fajas para poder alternarlas durante el lavado y secado.
  • Revisión regular: observa diariamente la piel bajo la faja para detectar posibles irritaciones, heridas o signos de infección. Si notas alguna anomalía, consulta a tu médico. 


¿Qué pasa si no uso faja después de la liposucción?

Usar la faja postoperatoria no es solo una recomendación médica, sino una parte esencial del proceso de recuperación. Si decides no usarla o la retiras antes de tiempo, podrías encontrarte con algunas complicaciones:

  • Mayor inflamación y dolor: la compresión de la faja ayuda a reducir la hinchazón y el malestar. Sin ella, el proceso inflamatorio puede prolongarse y ser más molesto.
  • Formación de seromas: al no aplicar presión sobre los tejidos, existe un mayor riesgo de acumulación de líquidos en la zona intervenida.
  • Resultados estéticos irregulares: la faja post-liposucción contribuye a que la piel y los tejidos se adapten correctamente a la nueva forma del cuerpo. Si no la usas, podrías experimentar flacidez, irregularidades o pliegues en la piel.
  • Cicatrización deficiente: la compresión facilita una mejor unión de los tejidos internos, ayudando a que la piel luzca más firme y uniforme.


Por lo tanto, usar la faja después de la liposucción no solo acelera la recuperación, sino que también mejora notablemente los resultados finales de la liposucción.


Consejos para una mejor recuperación después de una liposucción

Además de utilizar la faja postquirúrgica, hay otros cuidados importantes que pueden favorecer tu recuperación tras una liposucción:

  • Mantener el cuerpo hidratado: beber suficiente agua ayuda a eliminar toxinas y reducir la inflamación.
  • Seguir una alimentación equilibrada: prioriza alimentos ricos en proteínas, frutas y verduras para favorecer la cicatrización.
  • Evitar el sedentarismo: aunque es importante el descanso, también se recomienda caminar suavemente para estimular la circulación y prevenir coágulos sanguíneos.
  • No exponerse al sol: la piel estará más sensible tras la cirugía, por lo que es mejor evitar la exposición solar directa para prevenir manchas o irritaciones.
  • Realizar drenajes linfáticos: muchas veces los cirujanos recomiendan sesiones de masaje linfático para mejorar la reabsorción de líquidos y acelerar la recuperación.


Usar la faja postoperatoria es uno de los aspectos más importantes para obtener buenos resultados si te has sometido a una liposucción. No solo ayuda a reducir la inflamación y el dolor, sino que también previene complicaciones y mejora la adaptación de la piel al nuevo contorno del cuerpo.

En definitiva, la faja es una prenda habitual que también se usa durante la recuperación de otras intervenciones estéticas (abdominoplastiaaumento de senos, etc). Recuerda elegir la faja post-liposucción adecuada según tus necesidades y seguir siempre las recomendaciones del cirujano.

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